Este es un motivo de consulta bastante común hoy en día. En la mayoría de casos no es un tema de mucha preocupación.
Sin embargo, siempre es importante poner atención si observamos que un niño acercándose a los dos años, no emita palabras simples y claras o sean muy pocas.
Si bien cada niño en su propio avance madurativo es único, también es cierto que existen parámetros de medición y valoración con respecto a las diferentes áreas del desarrollo esperadas para cada edad.
Así como la marcha empieza a manifestarse alrededor del año de edad, así también los procesos mentales como el entendimiento, el juego y la participación del niño con su entorno familiar, son conductas esperadas al igual que el lenguaje con palabras o silabas de forma imitativa o espontanea que podemos observar en el niño, tales como mamá, papá pan, Guau, agua etc.
A los dos años, ya las palabras se enlazan con propósitos o ideas que el niño manifiesta, aunque sean mal pronunciadas, teniendo un sentido lógico, Ejemplo: Dame pan, dame queto, mamo calle, mamá ven etc
Sebastián, es un niño de tres años, habla muy poco, señala con gestos lo que desea y sabe que se lo darán de inmediato, me entiende si le pido su juguete, pues me mira y se niega a dármelo con un ÑO rotundo.
Rodrigo, que tiene la misma edad, no pronuncia palabras y ante el mismo pedido de mi parte, parece no escucharme, no me mira ni hace contacto visual con nadie, parece estar ausente, sin expresión emocional que demuestre el entendimiento de mis palabras.
En cada caso existen diferencias diagnósticas, en el primer caso se podría tratar de un retraso del lenguaje por falta de estímulo o de cierta exigencia para hablar, de parte de los adultos que le aceptan las señas, ya que observamos en el niño un lenguaje comprensivo adecuado.
En el segundo caso, podría tratarse de otro contenido diagnóstico, el niño no se vincula con el lenguaje de su entorno, no muestra signos de comprensión o enlace de alguna idea con lo que se le expresa. Se muestra ausente o indiferente, lo cual no es normal a esa edad.
Es importante, tener la información adecuada para cada etapa del desarrollo. Podemos recibirla a través de las consultas profesionales, obteniendo un diagnóstico oportuno que pueda ayudarnos a resolver o reorientar aspectos relacionados con las deficiencias madurativas que pueden presentarse en el desarrollo infantil.
Dra. Mariela Gutiérrez
Especialidad de Psicología - C.Ps.P. 4565
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