Cuidados de la piel en el niño

La piel es uno de los órganos que mayor cuidado requiere nuestro cuerpo y cuando hablamos de la piel de los más pequeños de la casa, el cuidado debe ser mayor. Es por ello que nuestra especialista en dermatología pediátrica, la Dra. Rosario Torres, comparte algunas recomendaciones a tomar en cuenta, para el cuidado de bebes y recién nacidos.

Antes de hablar sobre los cuidados de la piel, primero debemos conocer sus funciones: principalmente de barrera, la cual nos protege de elementos externos como el clima, bacterias, sol y traumas que agreden a la piel. Una función termorreguladora, que en épocas de verano nos ayuda perdiendo calor a través de la sudoración y en invierno, a través de la conservación de calor. De igual forma la piel nos protege contra bacterias, virus y hongos, así mismo contra agentes físicos y químicos.

En el caso específico de los niños se piensa que en invierno no hay que cuidar la piel, no hay que bañarlos con frecuencia, pero es todo lo contrario. Un recién nacido elimina más grasa, sudor y su piel inicia su colonización con las bacterias de la piel de la madre y del medio externo, en cual necesita del baño diario. Si no bañamos a nuestros niños y además adicionamos talco o chuño a la piel se desencadena un círculo vicioso que perjudica la función de barrera de la piel.

La piel del niño, en especial del recién nacido, tiene características que la diferencian de la del adulto.  Ésta es más delgada (40 %) y la relación superficie corporal con respecto al peso es cinco veces mayor, por lo que su permeabilidad está aumentada, favoreciendo el paso de sustancias, como de agua y calor, especialmente en los prematuros.

Estas características aumentan la posibilidad de toxicidad y lesiones debidas a la utilización de algunos productos, por lo que, al aplicar cremas, pomadas, ungüentos, talcos, con o sin fines terapéuticos, deberán tomarse con mucha cautela.

Por otro lado, las alergias vienen incrementándose en nuestro medio y esta se acompaña de piel seca, la cual necesita el uso de emolientes que necesariamente deben ser aplicados después del baño para que sea beneficioso.

Recomendaciones para el cuidado de la piel

1) Baño diario:

El baño es uno de los momentos en los que más atención debemos prestar al cuidado de la piel del bebé ya que es una rutina diaria. Es importante evitar temperaturas muy altas o muy bajas que puedan afectar la piel. El primer paso, por tanto, será calentar el agua y la sala en la que se realice. Una vez finalizado el baño hay que asegurarse de secar bien al bebé.

- Use jabones suaves o sustitutos de jabón o Syndlets (los que produzcan menos espuma).  Evitar los jabones llamados "neutros", "para bebes" y "de avena o manzanilla", los cuales se ha demostrado poseen un pH muy alcalino y modifican perjudicialmente el pH, contenido hídrico y lipídico de la piel.

- No frotar la piel con toallas o esponjas.

- Evitar los baños prolongados, recordar que " la mejor loción secante es el agua"; después de 15-30 minutos, el agua deshidrata la piel.

- La temperatura juega un papel importante a esta edad. El agua para el baño debe estar a temperatura ambiente. La habitación debe estar alrededor de los 24 grados centígrados.

- Limpiar boca, nariz y cuello después de cada amamantamiento.

El uso de hisopos suaves de algodón está permitido en el pabellón auricular, pero no se recomienda su introducción dentro del conducto auditivo, ni en orificios nasales.

2) El cuidado de la zona del pañal:

Esta es un área especialmente sensible a la aparición de eccemas y rojeces, por ello el cambio de pañales es una tarea de especial atención. Para la limpieza es importante utilizar algodón y agua. Y para finalizar, es imprescindible secar muy bien los pliegues de las nalgas y las ingles.  Puede utilizar cremas con óxido de zinc como protectoras de dicha zona de la humedad de la orina y heces.

El cordón umbilical si no se ha desprendido, debe quedar al descubierto, utilizar pañales desechables anatómicos para recién nacidos. El cordón no contraindica el baño completo; después de secar, aplicar únicamente alcohol absoluto, hasta que se desprenda (7 - 10 días). No utilizar fajeros, adhesivos, botones, como prevención de hernias inguinales, tradición frecuente en nuestra población y que predispone a onfalitis.

3) Ropa adecuada para el niño:

Usar ropa de algodón, holgada, sin etiquetas ni adornos que puedan irritar o lacerar la piel; no ajustadas, evitando así la aparición de miliaria o sudamina. En climas cálidos no se recomienda el uso de gorros, ni guantes.

- No colocar zapatos a los niños menores de 6 meses, y cuando sea necesario (inicio de la deambulación) procurar que los mismos sean de material muy flexible, holgados y livianos.

- Se puede usar cualquier detergente para lavar la ropa, evitando suavizantes y cloro; insistir en enjuagar varias veces con abundante agua.

- Evitar uso de pulseras, cadenas, anillos, amuletos, ganchos (imperdibles), ropas con broches o cierres, los cuales además de que pueden lacerar la piel y globos oculares, en ocasiones por ingesta o ingreso en la nariz pueden causar asfixia.

Recordar que en Dermatología Pediátrica "el mejor medicamento es el que no se prescribe"; esto es aplicable a la vía tópica.

Dra. Rosario Torres Iberico- CMP 19031

Medico Dematólogo con especialización en Dermatología Pediátrica
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